06 Oct
06Oct

En estos dos últimos años he estado haciendo fotos en Guayaquil, ciudad en la que vivo desde el 2013. Esto nació por la necesidad de registrar el paso del tiempo en mi cuerpo. Un accidente de tránsito en 2018 hizo que estas prácticas, a las que había rechazado para no aportar a la construcción hegemónica de la mirada sobre las mujeres en la imagen, sean ahora la herramienta para analizar al espectador e identificar los problemas sociales más evidentes.

En este tiempo he encontrado todo tipo de feedback, con personas que reflexionan o confían y hablan conmigo cosas que no hablarían con nadie y otras personas por decirlo así cree  que por mostrarme desnuda estoy mostrando mi intimidad o que estoy buscando la atención sexual de los hombres. Esto se ha vuelto por la misma práctica en un asunto político y de empoderamiento, empoderamiento sobre la reapropiación y expiación de mi cuerpo al otro social, al del estado, la moral, desde el manual de las buenas costumbres hasta el subtexto de las relaciones sociales actuales. 

El que se detiene a mirar llena la desnudez con sexualidad si no tiene el "ojo educado" vamos algo de criterio, soy yo la que provoca y dice SEXO.  Y hay un tema aquí es la mirada del fotógrafo, he experimentado desde hace dos años hay subjetividades y gestos en fotógrafos a los que uno se expone o se compone de más erotismo el objetivo aquí si es excitar al que mira, incitar al voyeur. A preguntarnos si fue real, o fue magia, un montaje. 

Es parte del juego del espectaculo, tambien la MENTIRA, aqui es cuando se convierte en un espectáculo. A veces es eso dependiendo de la subjetividad, hoy fue con Tito Hidalgo, le escribí y le dije que quería hacerme fotos luego de la operación de mi codo izquierdo, recién llegaba de Perú y me comento que hace rato hacia las fotos en la marcha de su vida. Me dio la sensación de estar en los 30 cuando pedias que el fotógrafo que vaya a tomar fotos a tu casa. A retratar algo específico el registro de la familia por ejemplo o de la muerte de alguien. 

Conversamos sobre el fotógrafo de encargo, esa misma noche Tito reveló las fotografías análogas y esto fue lo que salió. Con Tito Hidalgo nos parece interesante la posibilidad de hacer red y por medio de talleres hemos tenido prácticas colectivas interesantes aún sin publicar. Tito en el 2018 publicó su libro "Montajes en jardines etéreos"  del cual solo imprimimos 100 números, edicion limitada, las fotografías en este libro no están en internet.  Salgo en algunas fotografías del libro junto a otras 20 mujeres visibilizando su inconformidad.  Algunas publicadas en esta página. 





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